La cata ha sido una práctica común en la industria del café desde finales del siglo XIX (First Wave) debido a la implementación de ella por Hills Brothers Coffee, San Francisco. Esta practica tiene como uno de sus principales objetivos evaluar el café y definir las características de cada uno.

Catador es aquella persona encargada de verificar y evaluar un lote de café calificando una serie de parámetros como: dulzor, acidez, taza limpia, uniformidad, aroma, sabor, sabor residual, cuerpo, sin pasar por alto las notas (tonos o sabores) característicos de cada uno.

Los catadores se encargan de velar por la calidad de la industria a nivel general, comprometiéndose con los más altos estándares. La cata juega un rol importante en cada uno de los distintos niveles de la cadena.

Entre las funciones y objetivos del catador está la comparación entre la muestra enviada inicialmente por el productor y los sacos comprados (micro-lote) por el importador o coffeeshop, verificando así la consistencia entre la muestra y el lote final, en otros casos es requerido para encontrar las notas particulares de cada lote y la verificación de defectos en el mismo, para calibrar los perfiles de tueste a un nivel agradable para el consumidor o para los estándares de la empresa. En muchas ocasiones son solicitados para descartar pruebas de blends y encontrar la mezcla ideal para los consumidores, pero uno de sus roles más importantes se manifiesta en las subastas, pues de acuerdo al puntaje que alcance un lote en cata, se valoran los lotes, se aprueban las compras y los embarques.

Usualmente en las catas se utiliza un tueste distinto al tueste de producción o consumo general.